martes, 17 de abril de 2012

¡HASTA PRONTO CAMPEÓN!...


*Se impone Clubes Unidos de Tlaxco en la quinta final ante Real Madrid en penales 7-6 ante un lleno impresionante en el Cajeme, suma cuatro títulos y dice adiós.

Por LA REDACCIÓN/ CRÓNICA

Goles de buena manufactura, júbilo, tristeza, llanto y emoción se vivió en el Tlahuicole en lo que fue llamado un juego no apto para cardiacos en una fecha para el recuerdo, el quinto domingo de julio ante un lleno impresionante en el que al mismo tiempo el cuadro serrano dice adiós a esta Liga.



Clubes Unidos de Tlaxco (CUT) se impuso en su quinta final a Real Madrid después de ir perdiendo 3-1, alcanzó y ganó en penales con una soberbia actuación de Dagoberto Vázquez.
Luego del silbatazo final, las lágrimas surgieron: “¡no puede ser! ¡ cam-peo-nes!” “¡cam-peo-nes!” “otra vez”.
Era la expresión de Pedro Sánchez Junior, instantes después en que Dagoberto Vázquez convertía el quinto penal de su equipo Clubes Unidos de Tlaxco. 

Y, después alzo el rostro al cielo y nuevamente exclamó: “¡Graaaaaa-cias”! ¡”Dios miiiiiiiio”!.
Luego, vino un abrazo con su señor padre Pedro Sánchez Hernández, entrenador del equipo.
Era entonces, la máxima felicidad después de un año intenso de trabajo e inversión.

Era el grito de libertad, el grito de campeones, porque muy cerca estuvieron de la derrota ante su archi rival, Real Madrid.

Era la entrega de once soldados en un campo de batalla, lleno de tierra y aserrín.
Era más allá de todo, el cuarto título conquistado a base de riñón, ante un estadio abarrotado, que ofendió, rechifló y exhibió a los jugadores serranos a los que llamaron: “Pedro y tus pagados, ya perdiste otra final”.

Poco antes, la fiesta continuaba para porristas del cuadro merengue cuando salió José Alfredo Xochicali, en sustitución.

-“Xochi, ¿para qué te fuiste a ese equipo perdedor?”, 

–Gritó un espectador merengue de corazón cuando ya el partido estaba 3-1.

 Xochi –el gambetero que esta vez no lució como en otras ocasiones con sus hábiles piernas–, se desplazó rápido hacia el vestidor, silencioso, sin contestar, muy respetuoso. 

Y, en el campo, el merengue Antonio Espinoza dejaba ir al menos tres ocasiones claras más de gol que pudieron darle el tercer título a su equipo, pero falló lo que era el cuarto y una sepultura para CUT.
Y nuevamente un error arbitral de Eduardo “El Regio” Mejía, cambio la historia del juego, como en el inicio e invalidó el tanto, se dejó sorprender por el grito del portero Alberto “Superman” Moreno.

Antes, de dejar la alineación con el once titular, Francisco López Cuaquentzi, el entrenador de Real Madrid, –quien se recupera de una enfermedad–, salió del estadio en medio de aplausos de su gente, pero luego, nuevamente los cambios fallaron. La salida del nuevo talento Juan Lemus, disminuyó la ofensiva de los blancos, todos observaron el cambio. 

Entonces, vino la reacción serrana, Elisandro Sánchez letal, Ricky Martí Moreno, creativo, más con el corazón que con ideas vino el empate a tres en la postrimería del juego cuando faltaba escaso minuto que añadió el silbante, Dagoberto Vázquez se levantó y remató en los 5.50 metros de cabeza un tiro a balón parado, Iván Morales que había detenido todo hasta ese momento, esta vez, nada pudo hacer en el tiempo reglamentario y nuevamente  todo estaba como empezó, empatado y en tiempos estras.

El quinto enfrentamiento entre Real Madrid y Clubes Unidos de Tlaxco (CUT), se registró para el historial, justo en el quinto domingo –se presenta cada 865 años en las historia de la humanidad también con tres sábados y con tres viernes–.

CUT conquistó su cuarto título en su quinta participación en seis años.

Sin embargo, el número cuatro, fue cabalístico para los pupilos de Pedro Sánchez Hernández.
Dagoberto Vázquez con el cuatro en los dorsales en la postrimería el empate a tres y de penal hace el 7-6 definitivo.

Y así fue, en el cabalístico quinto domingo, Clubes Unidos de Tlaxco, obtuvo su cuarto título y en ese quinto domingo dijo adiós a la Liga Clubes Unidos de Tlaxcala.

Por que así es el Futbol hasta la próxima.

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